Aprendiendo a sentir personalmente la necesidad convencida de saber que estamos en un camino de adultez, de ser aquel que Dios quiso de cada uno en el momento de crearnos.
Éstas son algunas de las frases que solemos escuchar y cantar:
- Que la vida es triste si no la vivimos con una ilusión.
- Quién pecó para nacer en el infierno… Si no es Dios sois vosotros.
- El mundo los mató al nacer…
I) HUNDIENDO LA AZADA EN EL SURCO DE VIDA QUE EXISTE EN CADA CORAZÓN.
Alguien dijo que el Mal, en su guerra con el Bien no supo ganar. Cuando ya no le quedaban razones para la guerra apareció un contrincante final que aseguró que saldría vencedor. Lo que la desgana, apatía, cansancio, malestar profundo, ira, odio, injusticia.. no pudo vencer, lo venció LA RUTINA.
II) La experiencia de muchos años me ha demostrado lo fácil que es caer en ella. Cuando se adueña de nuestra mente y corazón he comprobado que sin darme cuenta se apodera de lo mejor de nosotros y de nuestra capacidad de recordar, examinar, discernir… lo vivido en los momentos más lúcidos y gozosos, que tanto nos ilusionaron y nos hicieron soñar. Y esto ocurre hasta tal punto que nos llega a demostrar que aquellos momentos fueron tiempos ñoños, fuera de lugar y de la realidad que vivimos, que fue lo propio de un tiempo en el que las ilusiones infantiles nada tenían que ver con “la realidad de la vida”. Y esta situación llega a hacerse tan dueña de nosotros que nos recuerda con todo lujo de detalles aquello que se reconoce como “síndrome de Estocolmo”.
Vamos a intentar una tarea en torno a esto, ¿cómo trabajarnos sin dañarnos? ¿Cómo ser objetivos con aquello que en nosotros fue una verdadera Luz de Esperanza? ¿Qué creemos que podríamos hacer personalmente, y de pensar que resulta difícil o imposible hacerlo solos, cómo hacerlo juntos? ¿Qué debiera posibilitar el saber que lo hacemos con hambre, en libertad, sabiendo que lo realizamos con plena convicción?
III) El comienzo de algo que quiere buscar más allá de lo que vivimos y suponemos bueno para nosotros, para que sea verdaderamente nuevo y objetivo ha de ir antecedido por el conocimiento y el convencimiento de un algo muy personal, que nos va a sorprender, animar y desbordar de manera imposible de imaginar. Y si esta convicción somos capaces de mantenerla visiblemente, podremos aseverar que la búsqueda que iniciamos era cierta en lo que pretendíamos. Y constatamos que, al llevarlo a cabo reconocemos que lo que buscábamos anidaba en nuestro corazón desde siempre, en espera de que nos llegase ese momento de LUZ que transformaría nuestra vida.
IV)
EL TODO DE SAN JUAN DE LA CRUZ
MODO PARA VENIR AL TODO
Para venir a lo que no sabes has de ir por donde no sabes.
Para venir a lo que no gustas has de ir por donde no gustas.
style=»font-family:»» lang=»ES-TRAD»>Para venir a lo que no posees has de ir por donde no posees.
Para venir a lo que no eres has de ir por donde no eres.
MODO DE TENER AL TODO
Para venir a saberlo todo no quieras saber algo en nada.
Para venir a gustarlo todo no quieras gustar algo en nada.
Para venir a poseerlo todo no quieras poseer algo en nada.
Para venir a serlo todo no quieras ser algo en nada.
MODO PARA NO IMPEDIR AL TODO
Cuando reparas en algo dejas de arrojarte al todo.
Porque para venir de todo al todo has de dejar del todo a todo.
Y cuando lo vengas todo a tener has de tenerlo sin nada querer.
Porque si quieres tener algo en todo no tienes puro en Dios tu tesoro.
INDICIO DE QUE SE TIENE TODO
En esta desnudez halla el espíritu quietud y descanso, porque como nada codicia, nada le impele hacia arriba y nada le oprime hacia abajo.
Que está en el centro de su humildad, que cuando algo codicia en eso mismo se fatiga.
desde pequeños, en la escuela de infantil, los maestros, con muy buena voluntad,, nos enseñan a mantener unas ciertas rutinas para que el niño/a se sienta seguro, integrado, para socializarnos…(al menos eso leo en algunos de los apuntes de las oposiciones de magisterio). Esto, me da que pensar que hay que aprender y desaprender: pues mantenemos la rutina en nuestras vidas por la seguridad que esta nos confiere.
Me siento muy agarrada a esta rutina que me agobia, por la que pago diariamente el precio de la felicidad de todos los que me rodean y la mia propia.
Muchas gracias por esta iniciativa de la escuelita que acabo de descubrir ahora mismo y que en este momento me hace pensar sobre mi vida y el rumbo que ella toma y como influye en quienes me rodean. Hacia tiempo que mi mente no reparaba en esta serie de cosas, y es que deseo recuperar para mi niña y mi marido aquella muchachilla a la que le enamoraba lo de Dios…
Gracias, desde aqui a Héctor, pues, escribiendole ayer un correo sentimos la inquietud de volver a visitaros, aunque sea desde lejos, por internet, Gracias a todos. un beso.
Contrincante final y definitivo del Mal en su lucha contra el Bien: LA RUTINA
Por mucho que lo niegue y no lo quiera aceptar, creo que no tengo más remedio que reconocer dónde está mi posición real en la vida: en el lado del mal. Porque así lo decide la Rutina que vivo y en la que meto a mi vida en muchísimas ocasiones.