Con todo cariño:
Y como todo en esta vida va pasando, ya pasó.
Pasó la pascua ‘23, pasaron los trabajos, pasaron los besos, los saludos, las noches
junt@s, las subidas a Israel, las bandejas compartidas, los fregados interminables, el micro abierto, las eucaristías… la risa de los niñ@s y el canto temprano de los pajarillos.
Y un año más pasó el señor de la vida y nos volvió a decir lo mismo de siempre pero de una manera nueva porque nuevo y diferente es el momento que vivimos, como ahora ya es distinto a los días de la pascua ‘23.
Recogemos cada aportación, cada rato, momento, cada persona con la que se acercó a esta tierra y aquellas que de una u otra manera se hicieron presente, y no nos queda otra que la de dar GRACIAS por cada una de ellas.
GRACIAS por la posibilidad de saborear un cielo hecho vida en la tierra.
GRACIAS por cada esfuerzo, cada contratiempo, cada enfado que nos hizo aprender que la vida se resuelve de muchas maneras, pero hay una que nos salva, y nos salva a tod@s.
Gracias a Dios por encarnarse entre nosotr@s, en cada un@.
Desde Pueblo de Dios, tu tierra, seguimos buscando y soñando con seguir saboreando el cielo aquí, en la tierra, donde nos toque a cada cual 😊 . Sigamos, querid@ amig@, Dios nos sale al encuentro, nos espera y nosotr@s nos esperamos en esta tarea.
Somos su mejor respuesta.
