El 12 de junio de 2011, fiesta de Pentecostés, presentamos este importante Documento para cuya elaboración se contó con la colaboración de más de 100 personas.
Tras varias décadas de camino andado, intenta ser reflejo de lo más sustancial que Dios ha regalado a esta Historia… Si deseas bucear en ella, puede ser una buen punto de partida…
Por si te es de ayuda, ahí van algunas claves de lectura:
- “La letra mata, pero el espíritu vivifica” (2 Cor. 3,6). El valor de este escrito, que ha contado con la colaboración de más de 100 personas, no está en su redacción. Estamos invitados a vivir su espíritu, no la letra. Su auténtica potencialidad está en la posibilidad de ser una herramienta en favor de lo que hemos de alcanzar juntos: una comunidad con conciencia evangélica gestada por personas que, en comunión, se consagran a la tarea a la que Dios les invita. Para eso aún quedan respuestas pendientes.
- Consta de tres partes el documento: la espiritualidad recibida, la construcción de la comunidad según el espíritu y la historia, y la misión. Precedidas por el cómo se han sucedido los hechos y acontecimientos, conscientes de que “la originalidad de esta historia radica en el modo en el que se nos ha ido manifestando”. Es esta, por tanto, la idea que
atraviesa todo el documento y de la que se desprende que sólo podremos seguir siendo fieles permaneciendo en las mismas claves, tal y como se nos ha dado. - Lo escrito en el documento constituye un todo interrelacionado e interdependiente. Una parte arrastra e incluye a todas las demás; todas son necesarias e indispensables. Es imprescindible leer el documento como un todo indivisible, y cada parte se debe contemplar desde el conjunto total: por un lado, cada fragmento toma identidad en sí mismo
cuando está en función exclusiva de la totalidad; y por otro, cada parte arrastra a las demás y asume al resto. Todas forman un todo, un puzzle, una parábola de Comunión y Diversidad. Esta mirada holística de la historia vivida facilitará trascender el momento presente y proyectar el futuro. - Finalmente, cada apartado es introducido por uno o varios fragmentos de algunas de las canciones que han acompañado a esta historia. Las canciones han expresado siempre, en una artística síntesis llena de frescura evangélica y fuerza profética, lo fundamental: la vida de Dios a la que somos llamados. Recorrer los trabajos de Brotes de Olivo (y otras canciones nacidas en esta historia) ofrece un itinerario que hace comprender, en lenguaje sencillo y universal, la herencia recibida.